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La personalidad musical de Rodrigo Alfredo de Santiago (I/II)

1. Biografía

Rodrigo A. de Santiago, a lo largo de sus setenta y ocho años de vida, residió en diferentes lugares de la geografía española. Así, su trayectoria vital podría dividirse en cuatro etapas teniendo en cuenta su lugar de residencia.

1.1. Etapa vasca (1907-1940)
1.2. Etapa leonesa (1940-1947)
1.3. Etapa coruñesa (1947-1967)
1.4. Etapa madrileña (1967-1983)

1.1. Etapa vasca (1907-1940)

Rodrigo Alfredo de Santiago Majo

Rodrigo Alfredo de Santiago Majo.

Rodrigo Alfredo de Santiago Majo nació en Baracaldo (Vizcaya) el 23 de Septiembre de 1907 en el seno de una familia amante de la música. Su bisabuelo paterno fue sochantre en las catedrales de Astorga y León; su abuelo materno, Santos Magro, primer violín de la Capilla de la Catedral de Astorga; un tío abuelo, hermano de su abuela, José Morla, flauta de la Banda de Alabarderos; y dos primos suyos fueron directores de banda.

Cursó sus estudios musicales en el Conservatorio de Música de Bilbao, donde se matriculó con 13 años. Estudió solfeo con Arturo Mº Inchausti y Pedro Martínez; violín con Rafael Navarro; música de cámara con Ricardo Arnillas; contrapunto, fuga y composición con José Sáinz Basabe; orquestación y dirección con Armand Marsick; y armonía y folklore con Guridi. Este fue el profesor que más le influyó, su gran maestro y con el que tuvo una relación estrecha de amistad. A él le dedicará alguna de sus obras más destacadas como “Fantasía vasca Launakua”, compuesta en 1926. Posteriormente recibió consejo y orientaciones de su condiscípulo y amigo Jesús Arámbari.

Como instrumentista, Rodrigo de Santiago, además del violín, dominó el piano, el clarinete y el txistu.

En el País Vasco dio sus primeros pasos y alcanzó sus primeros logros. Con tan solo diecisiete años y mientras estaba cursando sus estudios musicales, fue nombrado por oposición violinista de la Orquesta Sinfónica de Bilbao. Posteriormente, en 1930, fue subdirector de la Academia de Música y de la Banda Municipal de Erandio (Bilbao), así como director de la Banda Municipal de Murguía (Vizcaya) entre 1931 y 1936, puesto este último que logró tras concurso oposición y sin tener la edad reglamentaria. En artículos de prensa se dice que Rodrigo renovó esta banda, haciendo mejorar su sonoridad.

1.2. Etapa leonesa (1940-1947)

Rodrigo se trasladó a León en el año 1940, cuando fue requerido para la dirección de la Academia y Banda Municipal de Valencia de don Juan, en cuyo pueblo regentó también la Academia de Música. Esta es la etapa en la que compuso más obra religiosa: misas, himnos y motetes.

Gran amante de la tierra leonesa, dedicó las “Estampas leonesas” a Valencia de Don Juan. Además, compuso el Himno Oficial de este pueblo.

1.3. Etapa coruñesa (1947-1967)

En 1947 se presentó a las oposiciones para cubrir la dirección de la futura Banda y Orquesta Sinfónica Municipal de A Coruña, logrando el puesto tras unas reñidas oposiciones y pasando a ser director-fundador de dicho organismo musical coruñés. El maestro Rodrigo afirmó que durante los dieciocho años que dirigió la Banda Municipal ofrecieron unos dos mil conciertos y actuaciones y además que estuvo al frente de la Orquesta, hasta que dejó de funcionar por cuestiones de índole laboral en la temporada 1963-1964 Entre los actos en que tomó parte la Orquesta Sinfónica Municipal durante los quince años de vida figuran: los “Primeros Juegos Florales Hispanoamericanos”, la inauguración del Teatro Colón de A Coruña, funciones de gala en honor de altas jerarquías del Estado, conciertos en honor de los embajadores de Santo Domingo, EEUU y Uruguay y una cena de gala ofrecida al presidente de la República de Liberia.

En esta ciudad fue además subdirector y catedrático de Armonía y Composición del Conservatorio de Música, Académico Numerario de la Real Academia de Bellas Artes de Nuestra Señora del Rosario, Académico Numerario del Instituto José Cornide de Estudios coruñeses y Académico de la Real Academia Gallega. También dirigió la famosa y aclamada “Coral Polifónica El Eco” (1951-1963), conjunto vocal que interpretaba desde música popular hasta música lírico operística, pasando por la de concierto. Como maestro-director de esta coral, debe resaltarse su participación en temporadas de ópera de Oviedo, Vigo y A Coruña, elogiadas y aplaudidas por el público y la crítica, así como la participación en zarzuelas en A Coruña, Pontevedra, Ourense y Vigo. De todo ello, Rodrigo conservó programas y comentarios.

Antes de llegar a Galicia no tenía ningún vínculo con ella, pero en palabras de él esta tierra le conquistó “por el valor de su música; por el paisaje; por la simpatía de La Coruña; por estar aquí tan a gusto como en mi tierra vasca”.

1.4. Etapa madrileña (1967-1983)

Rodrigo abandonó Galicia en 1967 para pasar a ser el sexto director de la Banda Municipal de Madrid desde su fundación en el año 1909. Al mismo tiempo, alcanzó la presidencia del Colegio Oficial de Directores de Bandas Civiles.

La elección de Rodrigo como director de la Banda fue polémica. Con la mayoría del tribunal a su favor consiguió la plaza entre veintiséis aspirantes. Algunos de los eliminados se opusieron al fallo del jurado. Así uno de los aspirantes manifestaba que el nuevo director era ya mayor pues rondaba los sesenta años; otros lo consideraban un director de segunda categoría. Todo esto entristeció mucho al maestro, pero su labor al frente de esta banda sirvió para confirmar, sin ninguna duda que fue un candidato idóneo para el puesto. Con motivo de su nombramiento se le tributaron numerosos homenajes desde las distintas agrupaciones a las que había pertenecido y desde organismos oficiales. El nombramiento como director de la primera banda municipal del país supuso la culminación de su carrera artística y profesional.

El 25 de septiembre de 1977 Rodrigo de Santiago se jubiló dirigiendo por última vez a la Banda Municipal en el Parque del Retiro de Madrid.

Unos años antes de morir regresó a A Coruña, donde falleció el 30 de septiembre de 1985.

Foto: *L*u*z*a* lack of inspiration

Foto: *L*u*z*a* lack of inspiration.
http://www.flickr.com/photos/luchilu/459221457/

2. Aproximación a su obra

2.1. Catalogación de su obra

Cuando el Archivo Vasco de la Música-Eresbil me encargó la catalogación de la obra que se conservaba en casa del hijo de Rodrigo de Santiago en A Coruña, me puse en contacto con él, y me permitió acceder al lugar donde conservaba en cajas la obra de su padre. El pequeño inconveniente fue que en ese trastero no sólo había cosas de su padre, sino otras muchas cosas personales de Rodrigo de Santiago hijo, y resultó difícil localizar toda la obra que se podía conservar, así que después de pasar horas y días allí, hice una recopilación de todo el material que se conservaba, no sólo partituras, manuscritas y editadas, sino también programas de conciertos, críticas, fotos, cartas, recortes de prensa, invitaciones, boletines del colegio oficial de directores de banda, etc. Cabe destacar la colección de música para banda (según el hijo, una de las mayores colecciones de música para banda que se conservan en España).

Como mi tarea era catalogar su música me centré únicamente en esta labor. Hace algo más de un año, Maribel Roldán, miembro de la asociación de txistu Berziztu, y muy interesada por que la obra de Rodrigo de Santiago se conozca y se difunda, viajó a A Coruña y visitó a Rodrigo de Santiago hijo y le insistió para revisar de nuevo el trastero donde logró localizar más obra de su padre, por tanto, a día de hoy, la catalogación de la obra de Rodrigo sigue abierta. Todas las partituras que se conservan, excepto una gran parte de las de txistu, que actualmente están depositadas en la sede de la asociación de txistularis Berziztu, han sido trasladadas y depositadas en Eresbil por deseo del hijo del compositor.

Lo catalogado hasta el momento en A Coruña son más de trescientas obras y constituye un corpus importante de la obra de Rodrigo. Desafortunadamente, una parte de su obra se ha perdido, como aseguró su hijo. En parte por la dispersión de la documentación y en parte quizás por los traslados de una localidad a otra. Se conserva música para orquesta, muchas partituras de banda, para coro, de cámara, para txistu y para otros instrumentos solistas. Cabe destacar que se conservan apuntes y cartas, entre ellas las que se intercambiaba con Javier Hernández de Arsuaga, con el que estaba elaborando un método de txistu que no se llegó a publicar. Actualmente, tanto miembros de Berziztu como Arsuaga están trabajando con mucha ilusión sobre este material. Lo están informatizando con el programa de edición musical Finale y empezarán a publicarlo a partir del próximo año.

Centrándose en las partituras manuscritas que se conservan, se observa que Rodrigo cuidaba mucho el proceso compositivo, y tenía una grafía clara. Se llegó a encontrar más de una copia manuscrita de la misma partitura, y se conservan partituras de concierto con sus respectivas particellas así como una misma partitura escrita para distintas agrupaciones o instrumentos.

A continuación se muestra un gráfico de porcentajes de la obra catalogada hasta el momento que se ha encontrado en A Coruña.

Catalogación obra recuperada en A Coruña

Catalogación obra recuperada en A Coruña.

El gran número de obras que compuso abarca prácticamente todos los géneros musicales: composiciones sinfónicas, para banda, de cámara, corales, para instrumentos solistas, (especialmente el txistu) y zarzuelas.

2.1.1. Obra para banda

El mayor número de música catalogada es música compuesta para banda, pues durante el tiempo que estuvo al frente de la Banda Municipal de Madrid tenía obligación, según el contrato, de componer al menos una obra al año. Destacan los pasodobles y las marchas.

2.1.2. Obras orquestales

Como ya se mencionó en el apartado biográfico, Rodrigo de Santiago mostró un gran interés tanto por la cultura vasca como por la gallega y ambas determinaron gran parte de su labor como compositor. Cabe destacar algunas obras que hacen alusión a su tierra natal.

También son importantes algunas obras orquestales que hacen alusión a Galicia:

Entre los conciertos para instrumentos solistas destacan:

2.1.3. Obra vocal

El que tenga tanta obra vocal lo explica el haber dirigido varios coros y mucha obra vocal es el resultado del estudio de música popular. Destacan muchas composiciones con texto gallego, inspiradas en el folklore gallego como por ejemplo “Doce sono”, “Xan”, “Vamos bevendo”, y otras con texto en euskera como “Aritz adarrean”.

*L*u*z*a* lack of inspiration

Foto: *L*u*z*a* lack of inspiration.
http://www.flickr.com/photos/luchilu/459216319/

La mayor parte de la música vocal catalogada tiene acompañamiento orquestal y sobre todo de piano.

El “Requiem” es la gran obra de Rodrigo de Santiago. Es una obra de vastas proporciones en memoria del Maestro Argenta. La integran catorce números cuyo texto latino pertenece al Oficio de Difuntos. Se considera que la conjunción artística del binomio voces y orquesta es poco frecuente en la producción de compositores españoles. Según una opinión generalizada el “Requiem” es la obra más completa y mejor lograda del maestro Rodrigo de Santiago.

2.1.4. Obra de cámara

Destacan los quintetos de viento, las obras para violoncello y piano y las de violín y piano.

2.1.5. Obra para instrumentos solistas

Además de las obras para txistu y los estudios para saxofón, compuso obras para piano y para gaita con percusión.

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